iG es un chico corriente, que fue destinado a trabajar en lejanas tierras...Después de pasar unos años fuera de su hogar iG tomo consciencia de si mismo, ya sabía lo que era y a que estaba destinado a llegar.
Alzó sus puños al cielo y sus amos temblaron al ser testigos de su ira. La primera de sus victorias le trajo de vuelta al hogar, un nuevo destino, con nuevas tareas a realizar, bajo mi ala protectora él sería un esclavo excelente.
La primera de sus misiones sería la de leer un manuscrito sobre JAVA y RichFaces, dos textos imprescindibles para el cometido que le esperaba acontinuación. Estuvo repasando los textos durante 5 días y al 6º decidió que estaba preparado para programar en JAVA.
Esta nueva tarea le ocupó 5 días igualmente, en los que estuvo pulsando teclas sin descanso 8 horas al día. En ese tiempo, le bastó para destrozar la estructura
MVC (modelo Vista Controlador) de la aplicación, así como cepillarse el logueo de usuarios implementado anteriormente, pero no contento con ello, iG partió contento con su nueva sensación de libertad a tierras lejanas, a Israel.
Estuvo fuera 5 días igualmente, y a la vuelta, aparte de comprobar que sus destrozos estaban asombrosamente corregidos, seguramente debido a pequeños duendes que programan por las noches...Decidió que era hora de tener un hogar propio, y decidió que le iba a tocar un piso de alquiler por 200€ al mes en lo que desde entonces se conoce como
el puuuuto centro de Madrid.
iG ya tenia un techo en el que cobijarse, pero iG, como cualquier hombre, necesita del suave tacto de la piel de un ser amado, en este caso fue una mujer, que consiguió esa misma semana.
iG lo tenia todo, un trabajo que se hacia solo, una casa en
el puuuuto centro de Madrid, una compañera de juegos, y todo en 1 mes. Aun así iG deseaba más, necesitaba más, en ese momento fue asignado como jefe de un grupo de dos becarias, si bien el corazón de iG pertenecía a su Dama, a nadie le desagrada caminar entre flores.
Con un grupo de mujeres a su cargo, un trabajo que se hace solo, casa y mujer, a iG no le quedaban muchas más cosas por conseguir, y fue entonces cuando le echo el puto el ojo en mi ordenador de sobremesa del trabajo. iG lo quería, y visto lo visto, yo sabía que lo conseguiría.
En apenas seis semanas iG había pasado de ser mi siervo y esclavo a ser la persona a la que le debía explicaciones.
En la actualidad iG ha aprendido de los errores de la codicia, sigue con su Dama, y con su grupo de mujeres a su cargo, incluso posee mi ordenador y su piso en
el puuuuto centro, pero ahora está lejos, algún día volverá, y será ese esclavo que nunca debió dejar de ser, y entonces se le podrá llamar iG el modesto, el que lo tuvo todo, y no deseará nada más.
Pero esa es otra historia...
